La vida es una mierda y encima escribes una canción hablando de ello.
A veces, batería, bajo y voz es todo lo que necesitas, al menos cuando se trata de Nelson Can, que hace funcionar su «dogma rock» sin demasiados adornos. Simplemente se basan en una voz fuerte, un gancho pegadizo, un riff de bajo adictivo y una base de batería sólida.
Los dogmas impulsan la creatividad
Nelson Can se formó en 2011 por las amigas de la infancia Selina Gin (voz) y SigneSigne (Signe Wisby Tobiassen, bajo), a las que más tarde se añadió la batería Maria Juntunen. La inspiración vino del movimiento punk y del impulso de hacer algo distinto, como adoptar una estrategia dogmática:
«La batería, el bajo y la voz crean el marco del sonido 'dogma rock' de Nelson Can. Cuando creamos música, funcionamos con varios dogmas y uno muy notable es que no tenemos guitarras».