Joven emprendedora
Laurel nunca tuvo posibilidades de alcanzar la fama. Algo que sin duda caracteriza a esta cantante nacida en Southampton, que escribe, toca, produce y mezcla su propia música, es su fuerza de voluntad. De espíritu libre sería más apropiado.

Desde la primera vez que subió a un escenario a los 14 años, ya con la confianza suficiente para interpretar sus propias canciones en solitario, Laurel Arnell-Cullen se ha negado a seguir las normas.

Se hacía llamar Under The Laurels y comenzó a dar conciertos en Southampton, imprimiendo cientos de EP y vendiéndolos en conciertos y en Internet.

En la universidad, se saltó las clases para trabajar con el productor local Shadow Child, que entonces era DJ nocturno de Radio 1. Él quería que cantara en un tema dance, pero en lugar de eso, ella le convenció para que grabara una de sus propias canciones: la arrebatadoramente bella Next Time. Una noche la subió a Soundcloud y, a la mañana siguiente, varias discográficas le habían hecho ofertas.

Durante dos años, la adolescente fue enviada por todo el mundo para trabajar con un montón de escritores y productores de primer nivel.

«El plan era convertirme en una brillante estrella del pop, pero nunca iba a funcionar. Mi reacción a eso fue girar en la dirección opuesta. Desde entonces, no he vuelto a escribir con nadie».

Encontrar la pasión por escribir
Durante los siguientes seis meses, Laurel vivió sola en un piso del oeste de Londres, aprendiendo a programar e intentando definir su sonido.

«Mientras coescribía, observaba cómo trabajaban los productores», comenta. «Les pedía que me enseñaran a usar el software y a poner baterías en mi portátil para poder tocarlas. Esos años fueron mi educación. Acabé siendo capaz de hacer mi propia música y con mucha experiencia en directo».

Hubo una avalancha de amor en Internet por un puñado de sencillos y dos EP autoeditados, todos encabezaron las listas de Hype Machine y, después de aparecer en publicaciones de moda como Vogue, Laurel empezó a ejercer como modelo para financiar su música.

En 2015, con solo 20 años, Laurel volvió a tocar la guitarra por primera vez en dos años y, en 2016, resurgió con un nuevo sonido más áspero y rockero. Su sencillo autoeditado Life Worth Living obtuvo elogios en todas partes, desde Radio 1 hasta Spotify, pasando por The New York Times. Apple eligió a Laurel como su primera Artista del Mes, apoyando su siguiente sencillo, San Francisco.

En 2016, entre agotar las entradas para sus propios conciertos, apoyar Oh Wonder en la gira y encontrar nuevos fans en el circuito de festivales, lanzó el impresionante EP Park, que superó el medio millón de reproducciones en menos de un mes y generó comparaciones con todo el mundo, desde Lorde y Lana Del Rey hasta Fleetwood Mac y Florence and the Machine.

El esperado álbum de debut de Laurel, Dogviolet, se terminó a principios de 2018, y sus doce temas combinan la voz cruda y fascinante de la cantante con canciones cautivadores y sensuales tan arraigadas en el rock como dependientes de la electrónica.

Estudio de grabación casero
«La mayor parte se grabó en casa, donde tengo muchas guitarras, un miniteclado y un portátil», explica Laurel. «Por primera vez, también utilicé un estudio, grabé todo en cinta para que sonara más chulo y añadí baterías en directo para darles un toque swing a las canciones. Fue un proceso bastante largo que me llevó algún tiempo averiguar. De vuelta en casa, combiné la batería real con electrónica».

El resultado es un álbum rico y vibrante, pero inquietantemente sencillo, en el que siempre destaca la cautivadora voz de Laurel. En cuanto a la letra, se nota que ha pasado por momentos turbulentos...

El primer single, Lovesick, marca el tono, describiendo la manía de estar enamorado pero sintiéndote atrapado por tus propias emociones. El estremecedor Same Mistakes, que suena muy a PJ Harvey, trata de las consecuencias.

«Same Mistakes trata sobre imaginar a tu ex con otra persona», dice Laurel. «Como el primer viernes por la noche que no estáis juntos. ¿Habrá pasado página? ¿Con quién estará? ¿Ya se estará acostando con otra persona? Aunque no quieras volver con esa persona, esos pensamientos pueden volverte loca».

Sun King, una adición tardía a Dogviolet, es una belleza sin adornos que insinúa, por fin, un futuro mejor para la vida amorosa de Laurel.

«Espero que eso sea yo dando un giro», se ríe Laurel. «Pero nunca se sabe. Tendrás que esperar al próximo álbum para saberlo».